lunes, 2 de diciembre de 2013

Antonio Basallote: “El sionismo es un dinosaurio que pervive hoy en día”

. Sionismo, identidad y sociedad. Retos y desafíos hacia la paz es el nuevo ensayo de Marín (Sevilla, 17 de abril de 1981). La cuestión israelí ofrece un repaso breve y a la vez profundo sobre las razones y consecuencias de un conflicto que alcanza los 65 años. Más de medio siglo de un enfrentamiento desigual dónde como el mismo autor afirma en el libro “ninguna de las resoluciones del Consejo de Seguridad ha sido jamás cumplida por los sucesivos gobiernos de Israel, y las convenciones de paz –desde Oslo hasta Annapolis- tan solo han significado escenificaciones mediáticas sin más resultado que la expansión de las colonias”.  Antonio Basallote es Licenciado en Historia, además cuenta con un Máster en Relaciones Internacionales y en la actualidad se encuentra en la etapa final de su doctorado. Su anterior obra Paraíso usurpado. El sionismo y el pueblo palestino le valió el Premio internacional Yasser Arafat. En esta entrevista concedida a Coperiodistas, Basallote habla de su libro y ofrece algunas claves más para entender un conflicto dónde la poca contextualización mediática puede confundir, estableciendo estereotipos encima de un pañuelo, el palestino, que tiene la doble tarea de combatir la injustica en la que vive a la vez que lucha por sobrevivir cada día.

Antonio Basallote durante la presentación de su último libro La cuestión israelí. Foto: Paco Basallote.
Ya en Paraíso Usurpado hablas de la expropiación de la Tierra  y de las posibilidades de un asentamiento judío fijo en otras partes del mundo. ¿Por qué se acaba escogiendo el territorio palestino?
La obra de Theodor Herzl, que crea las bases del Estado de los judíos, propugna la creación de un Estado para el pueblo judío en base a los postulados del nacionalismo que hay emergente en el Siglo XIX. Uno de los lugares que propone es Argentina y otra de las ubicaciones que más seriamente se barajaba era Uganda. En cualquier caso eran zonas que pudiesen ser habitadas, que tuviesen poca población y que los imperios coloniales que había en el momento pudiesen en un momento dado desprenderse de ellas con facilidad. ¿Cuándo se desestiman esas opciones? No era solamente Theodor Herzl el que las proponía, también hay una corriente judía en la Europa del siglo XIX, la corriente territorialista que propugnaba un hogar para los judíos, pero para estos daba igual la zona, una zona autónoma más bien, no un Estado Nación. Ellos querían una zona autónoma en cualquier sitio del planeta que fuese habitable, no tenía porqué ser Palestina. Esa corriente perdió fuerza y la idea de Uganda se desestimó en el primer congreso sionista que se celebra en Basilea en 1897, es ahí donde finalmente se obstinan por el Territorio palestino, se marca Palestina como objetivo.
Palestina es la tierra que Yahvé les promete a los judíos.
Ahí confluyen una serie de mitos, los mitos fundacionales son muchos, pero  yendo a ese, que cronológicamente sería el primer mito, el mito bíblico por el que se buscan una raíces en la historia antigua utilizando un texto de carácter sagrado.  No tiene una base científica, es la Biblia, en concreto el Antiguo Testamento,  o la Torah como se conoce entre los judíos. Ese sería el primer mito, el de “la Tierra Prometida y el Pueblo Elegido”, que aparece en el Génesis, y es en base a ese mito que los dirigentes sionistas lo convierten en un eslogan movilizador, que sirva para convencer a las masas judías, que por aquel entonces, a finales del Siglo XIX y principios del XX eran totalmente contrarias al sionismo, la corriente sionista era algo minoritario.
 “Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra”.
Ese es uno de los primeros mitos también de la mitología fundacional sionista colonizadora de los primeros tiempos y este lo acuña, precisamente un publicista, que se llamaba Israel Zangwill. No sé si él lo acuña siendo consciente de eso, si lo cree de verdad, pero lo que es seguro es que los dirigentes sionistas, los principales dirigentes sabían, -y eso se demuestran en los textos, en las cartas, en las correspondencias, en los distintos congresos sionistas que hay-, que hablan de cómo tratar a la población nativa, se sabe que la mayoría de los líderes eran conscientes de la población nativa. En el libro cito alguno de los textos, por ejemplo a Jabotinsky, que en el Muro de hierro habla de cómo tratar a la población que vive en sus supuestos territorios. Dice así: “No podemos prometer nada a los árabes de la tierra de Israel o de los países árabes. Un acuerdo voluntario es inalcanzable… la colonización sionista, incluso la más limitada, o se tiene que detener o debe ser llevada a cabo en contra de la voluntad de la población nativa. Esta colonización sólo puede continuar y desarrollarse bajo la protección de una fuerza independiente de la población local: un muro de hierro que la población nativa no pueda romper ni cruzar”.
El artículo 1 de la Convención de Ginebra dice: “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y a hacer respetar el presente Convenio en todas las circunstancias”. Israel es país firmante de este convenio junto con otros 193 Estados más.
Para el Estado de Israel desde su creación hasta hoy sin ningún tipo de paréntesis, legislatura tras legislatura, no ha tenido en consideración otros principios que los principios nacionales y que tienen que ver con la ideología de Estado, el sionismo, antes que cualquier consideración de derecho internacional. Es una contradicción la firma porque después no la respeta. Es lo mismo que ocurre con la ONU (Organización de Naciones Unidas) que la inmensa mayoría de resoluciones del Consejo de Seguridad son vetadas por alguno o varios de los países permanentes. La cuestión que surge aquí es ¿Por qué Israel no respeta el derecho internacional? Es porque verdaderamente sus gobernantes creen que es más importante respetar su criterio de seguridad nacional, su supuesto legítimo derecho a estar en ese territorio.
Tres conceptos, nacionalismo, racismo y colonialismo, así estructuras en tu libro. Es curioso como la ideología sionista está influenciada, entre otras, por el nacionalismo pangermánico.  
Es una paradoja, como han pasado de perseguidos a perseguidores. Al contrario que en Alemania que el nazismo se combatió, se venció y se depuró, en Israel sigue vigente una ideología que nació, como hemos hablado, junto a otras ideologías nacionalistas, el pangermanismo en especial y se ha mantenido y sigue vigente en la actualidad y, aunque adaptado al tiempo, el sionismo es un dinosaurio que pervive hoy día, porque esos nacionalismos raciales y extremistas se han superado, como decía. Sirva el ejemplo del nazismo, además de que se venció en la guerra, después en Alemania se hizo una rehabilitación de la historia, se ha concienciado mucho con el tema. En el caso de Israel no pasa eso. Mientras no se reconozca la limpieza étnica sobre la que se fundamenta la creación del Estado de Israel, mientras no reconozcan eso y los mitos fundacionales de los que hablábamos y otros más que hay, esa ideología seguirá imperante y la población será educada en base a esos principios racistas, coloniales, de superioridad frente al otro.
Por eso se comportan así los soldados, aunque aquí matizaría una cosa. Esta pregunta es clave, se la hace muchísima gente: ¿por qué están haciendo exactamente lo mismo que le hicieron a ellos? ¿A quién maltrató el nazismo? Maltrató a los judíos, pero ¿a quiénes? A aquellos que se quedaron en Europa, y a la mayoría los exterminaron mientras que los que emigraron, los que sobrevivieron, muchos siguen en el viejo continente, otros muchos se fueron a Estados Unidos, otros a Canadá y en Latinoamérica hay muchísimos también y otros se fueron a Israel, pero la mayoría de los  judíos no viven en Israel. Si la pregunta fuera ¿Por qué los judíos se comportan así después de lo que le hicieron? Esa pregunta es un falso dilema, no es correcta.  Porque, en primer lugar, los que están haciendo esa barbaridad a los palestinos no son los judíos en general, son los sionistas que residen en el Estado de Israel, y luego ¿son esos los judíos sionistas los que han sobrevivido al holocausto? No siempre. Hay muchos que son descendientes  estadounidenses, colonos que vienen de Brooklyn. Esto lo comento porque desde ese barrio de Nueva York proceden muchos judíos fundamentalistas. Así que ¿qué tiene que ver un soldado que procede de una colonia con el holocausto? Nada. Luego también el millón de rusos que llegaron en los años noventa, después de la caída de la Unión Soviética, esa gente no tenía nada que ver con el holocausto.
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La limpieza étnica. El Plan Dalet y los ejemplos de masacres de Deir Yasim y Dawayme. ¿Crees que hay alguna posibilidad de que Israel reconozca esas matanzas?
Hay posibilidad de que las reconozca, por lo menos, la mayoría del pueblo israelí, creo que tarde o temprano sí la va a reconocer, la sociedad israelí en general, o la mayoría, las van a tener que reconocer tarde o temprano.
 El problema está en que el Gobierno, los medios de comunicación basan la información que transmiten a los ciudadanos en esa propaganda proisraelí, reconocer eso sería una manera de traicionarse a ellos mismos, traicionar la base de la creación del Estado israelí, su identidad. ¿Crees que la sociedad israelí está preparada para reconocer esto en un periodo corto de tiempo, digamos diez años?
Creo que ahora mismo no, y menos el Gobierno. Creo que está más preparado un sector de la sociedad israelí que se pregunta eso mismo. A nivel académico hubo un debate muy enriquecedor en ese sentido en los años noventa, el llamado debate post-sionista protagonizado por historiadores y algunos sociólogos críticos y por otros académicos. Ahí se veía, como por lo menos a nivel académico una parte pequeña, pero bueno, una buena parte del ámbito académico sí estaba preparada para debatir esos temas e incluso en algunos casos reconocerlo, lo que pasa que claro, estamos hablando de una parte de la sociedad un poco elitista, académica, y no sé, en un período corto de tiempo como diez años, todo depende de lo que pase.
En los años 70 casi ningún israelí reconocía al pueblo palestino, era prácticamente una herejía decir que existía el pueblo palestino, que el pueblo palestino era algo más que árabe, que simples árabes, y sin embargo en la Guerra de Líbano de 1982 con la invasión israelí, sobre todo porque fue una guerra totalmente agresiva -la sociedad israelí la percibió así-, en esa guerra se dan una serie de masacres que conmueven a una buena parte de la sociedad israelí, que empieza a empatizar más, empiezan a entablar relaciones con los palestinos, a formar grupos conjuntos y luego a partir de ahí una evolución en la relación. También, por ejemplo, la intifada fue un punto de inflexión importante, porque demostró al mundo, gracias a los medios de comunicación, la naturaleza totalmente opresiva del Estado de Israel y como un pueblo que mediante huelgas, lanzando piedras básicamente y cócteles molotov a veces, sí, se levantaba protestando, reivindicando los derechos de autodeterminación, para que se suavizase la ocupación y eso lo vio el mundo entero. Hubo cadenas americanas como la CBS que grabaron la política de huesos rotos, la cual no es demostrable que la dictase Isaac Rabin, (exprimer ministro israelí) ,pero se sabe que había una política de huesos rotos que la aplicaban los soldados a los palestinos detenidos, les partían los huesos con piedras. Esas imágines se pueden ver  en youtube, por ejemplo en un videoclip del grupo Dam en el tema Who is the terrorist? En ese videoclip aparecen las imágenes de la CBS.
En diez años si pasa algo clave como eso, porque la primera intifada fue clave en la evolución del imaginario colectivo, si ahora vemos que la sociedad está muy radicalizada, más lo estaba antes de 1987, ahora por lo menos el pueblo palestino existe, el conflicto palestino israelí está en la agenda internacional, pero hasta entonces no existía, y de ahí se llega a los acuerdos de Oslo, ante el levantamiento que dura varios años, Estados Unidos tiene que intervenir, creo que diez años es poco, pero depende de lo que pase.
¿Es Israel una verdadera democracia?
No, ni a nivel funcional ni a nivel formal. En realidad es democrática la ley para con los israelíes judíos, es democrático con los palestinos de ciudadanía israelí, hasta cierto punto, pero es democrática, les deja votar y presentarse a los palestinos que viven dentro de Israel, pero luego es antidemocrática y en eso me baso en la obra de Oren Yiftachel, Etnocracia, que también cito en el libro, porque ni siquiera a nivel formal es democrática ya que tiene en cuenta los votos de la población judía de Cisjordania, es decir, de los colonos, pero sin embargo no permite votar al resto de población que no es judía, a los palestinos que están ocupados en Cisjordania. En principio es lógico en coherencia con la política israelí de no anexionarse Cisjordania entera, no lo hace, porque sería un problema administrarla solo la parte militar, Israel lo que quiere, lo que le concierne de los territorios ocupados es el territorio sin población y por eso tienen en cuenta a la población judía pero no a la no judía. Pero si pretenden ser democráticos, una vez que  pueden votar los colonos, ¿por qué no van a poder votar el resto del pueblo que reside allí?. Desde esa limitación ya no se puede considerar democrática y esto es solo uno de los aspectos, a los que se podría añadir que no es democrática porque viola el derecho internacional, decenas de resoluciones del Consejo de Seguridad, las Convenciones de Ginebra. Por lo demás, si nosotros obviamos que existe Cisjordania y los colonos pues sí, podría ser una democracia, incluso más que la nuestra. La ley electoral, por ejemplo, en mi opinión es mucho mejor que la nuestra.
Tu que has estado en el terreno. ¿Cómo sufre un ciudadano palestino el férreo control militar por parte de Israel?
Ahora mismo desgraciadamente no hay una respuesta que englobe a todos los palestinos porque no hay ahora mismo un solo tipo de palestino. Palestina está ahora mismo fragmentada territorialmente, geográficamente, con la división que impone el sistema de ocupación, entonces eso quiere decir en la práctica que hay palestinos que tienen menos obstáculos y otros que tienen más, por ejemplo un palestino de Ramala, te contestará a esa pregunta – si tiene su trabajo en Ramala y si tiene su familia en Ramala-, de la siguiente manera: “no estamos todo lo bien que quisiéramos, pero sobrevivimos”. No puede ir a Jerusalén, por ejemplo, porque aunque es palestino, Israel lo anexionó a su territorio en 1980 de manera oficial. Sin embargo, la mayoría de los palestinos, que son el resto, que serían los que viven en Zona B y Zona C, (división que se hace en los acuerdos de Oslo), viven amargados, aunque aprenden a sobrellevarlo. A algunos se les nota en el rostro. Ahora mismo pienso en un amigo que vive en Hebrón, que es el caso más extremo que hay en Cisjordania, y eso es machacante, lo que le mantiene vivo es que vive con activistas internacionales durante todo el año, rodeado de observadores. Son agredidos delante de ellos, a menudo por colonos, por soldados. Es una persona a la que ves y notas que sufre, que un día está de buen humor pero tiene los ojos rojos, yo lo he visto encararse en directo a un soldado sabiendo perfectamente que le pueden pegar porque ya le han pegado palizas antes, pero es que ya le da igual. Algunas minorías viven relativamente bien, dentro de lo que cabe, dentro de lo que se puede pedir de una ocupación, pero la mayoría de los palestinos están maltratados y eso lo sufren. No pueden tener proyectos de vida familiar, no pueden viajar con comodidad, a algunos se les conceden los permisos a otros no, no pueden ver a sus familias que están refugiadas en, por ejemplo, el Líbano, en Siria, o en el mismo Israel.
El judío siempre siente que lo están atacando. En el libro mencionas un ejemplo del diario El País.
Creo que lo creen verdaderamente, creo que es una paranoia colectiva infundada, pero que a nivel práctico es operativa que ellos la sienten tanto y eso les lleva a tirotear, poniendo otro ejemplo, y hablo literalmente, a ametrallar a una niña que va con una mochila al colegio, hay niebla y descargan un cargador entero, me acuerdo que salió hasta en Antena 3, eso fue en la segunda Intifada, y uno se pregunta, ¿cómo pueden llegar a este punto?
¿Qué porcentaje de israelíes, dirías tu, se muestra contrario a los métodos de su gobierno?
No puedo decir una cifra exacta, y es una pregunta que hago mucho cuando voy a Palestina y que suelo hacer a los activistas que trabajan en el terreno. Si tenemos en cuenta que entre un 20 y un 25% de la población es palestina, es árabe con ciudadanía israelí, yo pienso que la mayoría de ese porcentaje, aunque no todos, -porque hay palestinos que están totalmente integrados y se desprenden de su identidad palestina y simplemente son personas con nombre árabe-, yo diría que restándole un 10% a ese porcentaje son contrarios, no digo que sean simpatizantes de Hamas, aunque los hay. Después hay un 12% de la población israelí que es ultraortodoxa, dentro de cual al menos la mitad, en mi opinión es totalmente crítica con el Gobierno de Israel. Luego hay minorías que incluso son antisionistas. Además de la población israelí judía que no es ultraortodoxa, la población israelí atea, judía secular y la religiosa moderada, creo que entre un 10 y un 15%. En total el porcentaje de población que vive en territorio Israelí y que se muestra contraria a las políticas de su Gobierno puede estar entre un 30 y un 35%.
¿Tienes esperanzas de que algún día haya paz?
Sí, con los vecinos árabes prácticamente ya no hay conflicto, exceptuando Siria con los Altos del Golán y por la incertidumbre que hay ahora  y Líbano, con Hezbolá pero ya lo que hay en litigio es una zona muy pequeña, es la zona sur de Líbano. Creo que sí, que la población israelí gracias a que la resistencia palestina está recobrando fuerzas, va a ir recordando que la ocupación tiene un precio, que es lo que pasó, como te decía antes, en 1987. Estoy seguro  que de aquí a unos años, -aunque no sé cuantos-, va a haber algún acontecimiento. Lo pienso porque desde 1948 hasta ahora ha habido muchos puntos de inflexión en este sentido. No sé cuándo, pero dentro de pocos años habrá un punto de inflexión que haga saltar una chispa en la población palestina y en la propia población israelí y  te pongo un ejemplo, aunque no quiero ser gafe: un atentado de los colonos, fundamentalistas colonos que son muy peligrosos o quizá un ataque a Irán que derive en una guerra nuclear…, tengo esperanzas, aunque creo que desgraciadamente va a tener que ser así, y que así poco a poco, la sociedad israelí vaya cambiando la mentalidad y las nuevas generaciones que vayan viniendo intenten un cambio.