miércoles, 12 de octubre de 2011

Sin enemigo no hay beso


Hay una reflexión que está pendiente en este blog desde hace mucho tiempo. Trata sobre los medios de comunicación occidentales de la actualidad y su manera de enfocar las noticias. Cómo ejemplo pondremos esta noticia del diario El País que aparecía hoy en la edición digital.
Para un iraní debe ser frustrante ver como Estados Unidos acusa al gobierno de Ahmadineyad de intentar asesinar al embajador saudí en Washington y la mayoría de población occidental lo crea. En cambio, cuando el presidente de Irán habla de que el 11s es una artimaña del propio gobierno americano para poder justificar la posterior invasión de Irak, la mayoría de la población occidental no da crédito a como un señor puede expresar tal cosa en la sede de la ONU en Nueva York.
Los dos discursos nos parecen igual de disparatados, en cambio, tendemos (me incluyo) a creernos el americano como algo normal y el iraní como una afirmación que está fuera de toda lógica.

Cuando terminó la guerra fría el mundo entero creyó que las disputas entre dos bloques, dos países o dos superpotencias quedarían sanjadas en ese instante, pero nada más lejos de la realidad. Estados Unidos necesita un rival, y siempre que se encuentre la disputa de la hegemonía del mundo en medio, hará lo imposible por encontrarlo. Lo encontró de forma relativamente rápida en el terrorismo internacional poniéndole una cara con barba y turbante como símbolo del mal. Independientemente de sus creencias se tomó la imagen del musulman tradicional como la principal amenaza del mundo.

Después de las recientes revueltas en el mundo árabe, donde la población reclama vivir en un país mejor, en el que primen los valores de la democracia, EEUU ve peligrar la imagen de su enemigo, pues que estos reclamen tener los mismos derechos que cualquier otro americano u occidental, los asemeja a ellos, por tanto, pierden la imagen que tenemos de radical con metralleta en mano.

Al ver que pueden perder a su principal enemigo de forma más o menos inmediata la maquinaria se ha puesto a trabajar para encontrar la alternativa, encontrándola en el discurso radical de Ahmadineyad. Esta última noticia, en la que se vincula al gobierno iraní con el intento de asesinato del embajador saudí en Estados Unidos, pone de manifiesto quién es el bueno y quién el malo. Véase la parte de la noticia en la que dice: "El compló implicaba a cuatro países: Arabia Saudí y Estados Unidos, como víctimas; Irán como perpetrador y México con el telón de fondo del narcotráfico".

He aquí una manera de leer la noticia. Usted leala de la manera que estime oportuna.