Lo peor de todo, ya no es que el delincuente se someta a un juicio y lo gane y por tanto quede en libertad. El hecho de tener un buen abogado, consigue dar interpretaciones de la ley que solo a ellos se le ocurren y que llegan a ser válidas. Lo peor es que el delincuente, sabiéndose como tal y sabiéndolo los demás, no llegue ni a sentarse en el banquillo. Es decir, por lo que se ve la justicia, es justicia, dependiendo del acusado y dependiendo del delito que se haya cometido, dónde se haya cometido y en qué circunstancias. Aunque esto no es lo peor, porque este delincuente no se sienta en el banquillo porque se haya traspapelado su acusación, hecho bastante grave por cierto, sino porque se presiona a fiscalías y altos cargos de gobierno, para que esto no ocurra.

Pongamos que el delito se comete en Bagdad, en medio de una guerra ilegal, ¿aunque qué guerra es legal? Este delito es llevado a cabo por un cámara de televisión, ¿su acto irregular? grabar lo que acontece. El delito cometido por esta persona lleva a otras a cometer otra falta, esta para mi juicio es mucho más grave, porque su acción es acabar con la vida de un ser humano. Resulta que un tanque estadounidense, por error, envió un obús de bienvenida al hotel donde desde su balcón grababa José Couso. No se, si el encargado de hacer llegar esta bienvenida dispone del suficiente cerebro como para saber que una cámara no hiere a nadie físicamente y por tanto no supone ningún peligro para la integridad física de nadie.
Ahora la familia de José Couso presenta una denuncia contra los miembros del gobierno, fiscalía y judicatura que según los cables de la Embajada norteamericana filtrados por Wikileaks, actuaron para que el caso Couso no prosperara en la Audiencia Nacional.
Otra vez vuelven a confiar en la justicia, esperemos que ahora esta, no les falle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario