En la mañana coreana de hoy salían dos intrépidos corredores a hacer ejercicio. A uno se le veía como acalorado, con la suficiente fuerza como para correr varios kilómetros, como si acabara de empezar. Al otro, por el contrario, se le veía fatigado, exhausto, pidiendo a gritos un parón, como si ya se dispusiera a terminar. Estos talentosos corredores, sin hablar estrechaban lazos.
¿Qué cómo lo hacen? Supongo que mientras se disponían a salir se habrán saludado, habrán compartido alguna broma sobre el tiempo de Corea a esa hora de la mañana y habrán emprendido la carrera sin más dilación.
Mientras Cameron comienza su andadura como primer ministro británico, a Zapatero se le agota el que probablemente sea su último mandato. Cameron entra pisando fuerte, con grandes medidas de ajuste económico, que incluso ponen en peligro el estado del bienestar, Zapatero en cambio ha tardado mucho en tomar medidas y cuando lo ha hecho ha parecido forzado, intentando enmendar algo que pocas posibilidades tiene de ser subsanado, por lo menos en el poco más de un año que le queda de mandato.
En España, Mariano Rajoy, cuando vea la foto, si no la ha visto ya, pensará lo duro que se le va a hacer entablar una buena relación con Cameron, claro está, si gana las elecciones, que es muy probable que lo haga. Pensará que tiene que ponerse en forma cuanto antes para intentar, al menos, sacar a relucir la mitad de abdominales de los que presume José Mary. Ponerse en forma, porque un gallego de su talla no puede permitirse perder esta oportunidad, la oportunidad de demostrar de nuevo que la iniciativa propia no existe y que es mejor copiar.
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